Córdoba albergará los próximos 29 y 30 de junio el Congreso Internacional de Inteligencia Artificial Aplicado a la Cadena Agroalimentaria «Smartagrifood del Campo a la Mesa», una cita en la que se presentarán las últimas novedades vinculadas con la utilización de esta tecnología en el sector primario.

El campo ha vivido en los últimos años una auténtica revolución en cuanto a la progresiva incorporación a su actividad de distintos equipamientos innovadores con el fin de mejorar su trabajo diario y elevar la rentabilidad de sus explotaciones.

La inteligencia artificial (IA) no es una excepción, según señaló a ABC Juan Francisco Delgado, vicepresidente de la Fundación Europea para la Innovación y el Desarrollo Tecnológico (Intec), entidad organizadora del congreso. Según afirmó, «esta tecnología cada vez se está empleando más en la producción primaria, aunque hay que destacar que en este caso la ganadería le lleva ventaja a la agricultura».

Este experto indicó que las explotaciones agropecuarias cuentan con un mayor nivel de dispositivos sensoriales y de digitalización, lo que posibilita que «la leche y las carnes vayan por delante en el uso de estas herramientas predictivas».

En este sentido, apuntó que «medir el bienestar animal es clave para el consumidor, de modo que saber que una vaca ha sido monitorizada y tener la certeza de que su carne proviene de un ejemplar sano, que ha comido productos naturales y que no ha sufrido enfermedades resulta esencial para una gran parte de la ciudadanía».

Para conseguir estos objetivos ya se están empezando a utilizar herramientas como el «blockchain» o el etiquetado inteligente en los supermercados.

En cambio, según el representante de Intec, la agricultura «se encuentra en este área en nivel más bajo de lo deseable, aunque ya se están empezando monitorizar con datos los cultivos y a hacer predicciones sobre humedad, plagas, nutrientes, estado de madurez de los frutos». Un ejemplo de ello se está produciendo en los invernaderos de Almería y Murcia, que cuentan con un algo nivel de tecnificación, mientras que en el caso de Córdoba le queda un largo camino por andar en este ámbito, según puso de manifiesto.

Asimismo, resaltó que la robotización en el empaquetado y en la movilización de suministros es algo muy habitual en empresas que exportan aceite de oliva a Estados Unidos, un mercado que no ha dejado de crecer en los últimos años hasta llegar a ser el segundo socio comercial de la industria oleícola cordobesa.

También hay aplicaciones para controlar la humedad del suelo, la calidad del aire, la temperatura y otros factores ambientales.

Todo hace indicar que la inteligencia artificial tendrá un impacto significativo en el sector agrario y en la alimentación en los próximos años. Así lo dejan entrever distintos estudios que aseguran que la IA registrará un crecimiento cercano al 25 por ciento entre 2023 y 2025 en Europa y, más concretamente en países como España, debido a «la necesidad de los productores y las empresas de elevar su eficiencia, así como para mejorar la calidad y la seguridad alimentaria», según dijo Delgado.

A su juicio, los fondos de recuperación provenientes de Bruselas será una buena vía para facilitar la implantación de esta tecnología. Desde Intec defienden que son muchos los beneficios que pueden conseguir los agricultores y los ganaderos cordobeses con la IA, destacando la reducción de costes, un mayor nivel de sostenibilidad y de respeto del medio ambiente de sus explotaciones con una menor emisión de gases de efecto invernadero, un mejor aprovechamiento del agua, una menor utilización de pesticidas y de herbicidas en su quehacer diario y un aumento del valor de sus producciones y de sus ventas, sobre todo en mercados emergentes.

Esfuerzo económico rápido

Los productores han sido tradicionalmente remisos a incorporar nuevos dispositivos a sus plantaciones como consecuencia de que requieren una alta inversión. Sin embargo, el directivo aseguró que los agricultores y los ganaderos «se están dando cuenta de que tienen que realizar ese esfuerzo económico y de forma rápida, puesto que algo que parecía lejano ahora le ayuda a tomar decisiones con el fin de abaratar costes y les predice sus cosechas y le posibilita optimizar el uso del agua y el reciclaje de sus residuos».

En el aspecto hidráulico, de gran importancia actualmente debido al preocupante estado de los embalses, esta tecnología permite a los productores llevar a cabo una utilización «inteligentes» de estos recursos para minimizar un gasto excesivo de los mismos, según explicó.